Esto ocurrió recién llegado a Moscú. Resulta que todos los que íbamos para la Unión Soviética y algunos países vecinos (unos pocos) viajamos en dos grandes barcos trasatlánticos: el majestuoso «Rossiya» y el mas pequeño pero más rápido y confortable (con aire acondicionado en los camarotes) «Azerbaidzhan». A mi me tocó viajar en el Rossiya, que salió antes; pero llegó después. De modo que cuando llegamos a Moscú, ya varios compañeros, que también iban para el MIIT (Instituto de Ingenieros del Transporte de Moscú), llevaban ya unos días allí. Cuando averiguamos, resultó que unos cuantos de ellos estaban ingresados en un hospital.
Aclaro a mis amables lectores de otros países que la expresión «coger botella» en cubano, no tienen ninguna connotación de tener sexo con una botella. Significa pedir a cualquier carro que te lleva a algún sitio más adelante. En España le dicen pedir un aventón, en EE.UU. se hace un gesto con el pulgar (autostop, ver las dos fotos del lado izquierdo), en tanto en Cuba se extiende el brazo y se mueve la mano con los dedos extendidos o solo el pulgar (véase foto debajo a la muchacha a la derecha) . En Cuba, por similitud, se le dice «coger botella» a usar gratuitamente cualquier servicio de otro. Por ejemplo, estando en Inglaterra Leonardo «cogió botella» de una señora que abrió la puerta usando su pase, y salió antes que la puerta se volviera a cerrar, solo para ahorrarse usar su pase. Otro ejemplo: hay varias personas sentadas a la mesa, uno se levanta a buscar, por ejemplo, agua, otros le piden traeme agua a mi también (para ahorrase lo de levantarse a buscarla).
Solidarios y asustados por la enfermedad masiva de nuestros compañeros, nosotros, los llegados a posteriori, arrancamos para el hospital no bien lo supimos. Eran como 8, todos con caras muy felices menos uno. Preguntamos–¿y por qué están todos aquí?–Al unísono nos respondieron–por culpa de este desgraciao–señalando para el de la cara no-feliz. Bueno–y ¿por qué? — indagamos. Ellos, los cara-feliz–porque «este»(el de cara-no feliz) tiene parásitos. En eso pasó una enfermera repartiendo pastillas. Cada quién agarró la suya. No bien se fue la enfermera, alla fueron los cara-feliz a darle sus pastillas al cara-infeliz (un negrón talla extra y atlético). Toma esto desgraciao–dijeron ellos.
A continuación el negrón nos explicó–Y yo que culpa tengo, los culpables son ellos por estreñíos. Resulta que nos mandaron análisis de heces fecales, yo cagué y ellos «cogieron botella de mi mierda» para no tener que cagar. Ahora que se jodan aquí conmigo.